El nombre de la ciudad derivó, con el paso del tiempo, en Salta. Hay tres versiones acerca del origen de este nombre: una señala que devenía de los tagaretes (canal o cauce natural de agua), pantanos y zanjones que abundaban por entonces en el valle, a los cuales se debía la necesidad de saltar para sortearlos. Luego se relacionó al vocablo aymara SAGTA (lugar hermoso). Hoy estas versiones son desestimadas, pues se sabe que fue el nombre de una comunidad aborigen que habitó el territorio de la actual capital la que dio el nombre a la ciudad y luego a la provincia.
Así, en julio de 1581 en la ciudad de Santiago del Estero, Lerma dio a conocer en un pregón los motivos que justificaban la elección del sitio para la fundación de Salta en el valle